sábado, 29 de septiembre de 2012


Novena a ntra. sra. del rosario





(Novena preparada  por la Archicofradía del Rosario de Salamanca con textos del
Bto.  Juan Pablo II para las meditaciones de cada día)

oración para todos los días

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, Señora del Rosario; escucha las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, y líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.

Pídase la gracia que se desea alcanzar
(Tres avemarías)

Oración Final para todos los días

Oh Dios, cuyo Unigénito con su vida, muerte y resurrección nos ha merecido el premio de la salvación eterna, concédenos, te suplicamos, que meditando los misterios del Rosario de la Santísima Virgen María, imitemos los ejemplos que contienen y consigamos los bienes que prometen. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


Meditación para cada día de la novena

Día primero:
Un rostro brillante como el sol.

«Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol». La escena evangélica de la transfiguración de Cristo, puede ser considerada como icono de la contemplación cristiana. Fijar los ojos en el rostro de Cristo, descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad, hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre, es la tarea de todos los discípulos de Cristo; por lo tanto, es también la nuestra. Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria, para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegría del Espíritu Santo. Se realiza así también en nosotros la palabra de san Pablo: «Reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más: así es como actúa el Señor, que es Espíritu»

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día segundo:
María modelo de contemplación.

La mirada de María, siempre llena de adoración y asombro, no se apartará jamás de su Hijo. Será a veces una mirada interrogadora, como en el episodio de su extravío en el templo: « Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? » Será en todo caso una mirada penetrante, capaz de leer en lo íntimo de Jesús, hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones, como en Caná; otras veces será una mirada dolorida, sobre todo bajo la cruz, donde todavía será, en cierto sentido, la mirada de la 'parturienta', ya que María no se limitará a compartir la pasión y la muerte del Unigénito, sino que acogerá al nuevo hijo en el discípulo predilecto confiado a Ella. En la mañana de Pascua será una mirada radiante por la alegría de la resurrección y, por fin, una mirada ardorosa por la efusión del Espíritu en el día de Pentecostés.

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día tercero:
Los recuerdos de María.

María vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras: « Guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón ». Los recuerdos de Jesús, impresos en su alma, la han acompañado en todo momento, llevándola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo. Han sido aquellos recuerdos los que han constituido, en cierto sentido, el 'rosario' que Ella ha recitado constantemente en los días de su vida terrenal. Y también ahora, entre los cantos de alegría de la Jerusalén celestial, permanecen intactos los motivos de su acción de gracias y su alabanza. Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina, en la que sigue desarrollando la trama de su 'papel' de evangelizadora. María propone continuamente a los creyentes los 'misterios' de su Hijo, con el deseo de que sean contemplados, para que puedan derramar toda su fuerza salvadora. Cuando recita el Rosario, la comunidad cristiana está en sintonía con el recuerdo y con la mirada de María.

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día cuarto:
El Rosario, oración contemplativa.

El Rosario, a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente contemplativa. Sin esta dimensión, se desnaturalizaría, como subrayó Pablo VI: «Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Jesús: "Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad". Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen su insondable riqueza».

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)


Día quinto:
Recordar a Cristo con María.

La contemplación de María es ante todo un recordar. Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido bíblico de la memoria, que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación. Esta actualización se realiza en particular en la Liturgia; pero la vida espiritual « no se agota sólo con la participación en la sagrada Liturgia. El cristiano, llamado a orar en común, debe no obstante, entrar también en su interior para orar al Padre, que ve en lo escondido; más aún: según enseña S. Pablo, debe orar sin interrupción ». El Rosario, con su carácter específico, pertenece a este variado panorama de la oración 'incesante', y si la Liturgia, acción de Cristo y de la Iglesia, es acción salvífica por excelencia, el Rosario, en cuanto meditación sobre Cristo con María, es contemplación saludable. En efecto, penetrando, de misterio en misterio, en la vida del Redentor, hace que cuanto Él ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia.

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día sexto:
Comprender a Cristo desde María.

Cristo es el Maestro por excelencia. Pero no se trata sólo de comprender las cosas que Él ha enseñado, sino de 'comprenderle a Él'. Para ello, ¿qué maestra más experta que María? Si en el ámbito divino el Espíritu Santo es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo, entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo, nadie como su Madre puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio. Una escuela, la de María, mucho más eficaz, si se piensa que Ella la ejerce consiguiéndonos abundantes dones del Espíritu Santo y proponiéndonos, al mismo tiempo, el ejemplo de aquella «peregrinación de la fe»,  en la cual es maestra incomparable. Ante cada misterio del Hijo, Ella nos invita, como en su Anunciación, a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz, para concluir siempre con la obediencia de la fe: « He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra ».

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día séptimo:
Configurarse a Cristo con María.

El Rosario nos transporta místicamente junto a María, dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret. Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia, hasta que Cristo «sea formado» plenamente en nosotros. Esta acción de María, basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella, «favorece, y de ninguna manera impide, la unión inmediata de los creyentes con Cristo». Siendo María, entre todas las criaturas, la más conforme a Jesucristo, se sigue que, de todas las devociones, la que más consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devoción a María, su Santísima Madre, y que cuanto más consagrada esté un alma a la Santísima Virgen, tanto más lo estará a Jesucristo». De verdad, en el Rosario el camino de Cristo y el de María se encuentran profundamente unidos. ¡María no vive más que en Cristo y en función de Cristo!

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día octavo:
Rogar a Cristo con María.

El Rosario es a la vez meditación y súplica. La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo. Ella es «omnipotente por gracia», como, con audaz expresión que debe entenderse bien, dijo en su Súplica a la Virgen el Beato Bartolomé Longo. Basada en el Evangelio, ésta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano. El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente, siguiendo a san Bernardo, cuando canta: «Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas». En el Rosario, mientras suplicamos a María, templo del Espíritu Santo, Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno, rogando con nosotros y por nosotros.

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)

Día Noveno:
Anunciar a Cristo con María.

El Rosario es también un itinerario de anuncio y de profundización, en el que el misterio de Cristo es presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana. La Virgen del Rosario continúa su obra de anunciar a Cristo. La historia del Rosario muestra cómo esta oración ha sido utilizada especialmente por los Dominicos, en un momento difícil para la Iglesia a causa de la difusión de la herejía. Hoy estamos ante nuevos desafíos. ¿Por qué no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido? El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador.

(Rezo del santo Rosario. Misterios correspondientes al día.
Se termina con la oración final para todos los días seguido del himno del Rosario)


Himno Oficial
De Ntra. Sra. del Rosario

Cantemos, Señora,
tu dulce regalo
guirnalda de lirios
del jardín de Dios. (bis)

¡Virgen del Rosario!
i Reina de los mares
 y las tierras todas
 que ilumina el Sol!

Oración de amores,
cadena de flores
con que el mundo ciñes
a tu corazón.
Salterio de rosas
que un ángel cantara,
eso es tu Rosario:
perfume y amor.


Cantemos, Señora,
tu dulce regalo
guirnalda de lirios
del jardín de Dios. (bis)


lunes, 17 de septiembre de 2012

Rosario Septiembre


      En Septiembre de 2009 un grupo de frailes mercedarios del convento de la Vera Cruz de Salamanca, algunos de ellos archicofrades de Rosario, regalaron a la Virgen del Rosario las medallas, escapularios y cintos con espadas, atributos de su orden Mercedaria, para que la Virgen pudiera lucir estos atributos en la fiesta de la Virgen de la Merced. Ya aquel año el vestidor que entonces tenía la Virgen del Rosario, Fray Juan Franco, vistió a nuestra Sagrada titular de con los atributos de Merced en estas mismas fechas, ya que el próximo día 24 se celebra esta festividad. En agradecimiento a este grupo de frailes, este año repetimos y los nueve días que faltan hasta la fiesta de la Virgen de la Merced la Virgen del Rosario vestirá atributos y hábito de Merced. Entre estos atributos la Virgen lleva en sus manos unos grilletes que representan a la Excelsa Madre de Dios como la liberadora de las cadenas que oprimen al mundo.

Desde este blog, y debido a la polémica que ha suscitado esta vestimenta, quiero decir desde el mayor de los respetos, que se trata de una imagen de la Virgen Santísima, nada más, sea bajo la advocación del Rosario o de la Merced, para mi representa siempre lo mismo, se la vista como sea, esté de rojo, de verde o del color que sea. Debemos tener claro que las advocaciones no son más que maneras de ver a la misma Madre de Dios, y que no ha de ser más que eso.
Espero que esto no moleste a nadie            ¡GRACIAS!








lunes, 3 de septiembre de 2012

Convivencia - Arcicofradía del Rosario y A. M. Expiración



Convivencia organizada por el Grupo Joven San Juan Evangelista, de la Arhicofradía del Rosario. Disfrutamos de una grata comida de hermandad compartida con miembros de La Agrupación Musical La Expiración y algunos de sus familiares. 




 Hubo tiempo para juegos, charla en armonía, disfrutamos de una buena tarde en buena compañía.














Esta última foto de parte del grupo de la convivencia fue hecha por
Gabriel Alonso. Muchas gracias.